¿Cuál era el reto de este proyecto?

En esta ocasión el reto era diseñar una vivienda unifamiliar en la costa gallega. La complejidad de la propuesta fue conseguir personalizar de manera exclusiva cada una de las estancias diferenciándolas entre sí pero manteniendo un mismo hilo conductor en todas ellas.

¿Cómo lo solucionamos?

La característica más destacada de la vivienda es la gran amplitud de las estancias.

Desde el primer momento, con el encargo, vino el regalo por parte de los clientes de una libertad absoluta y plena para poder dejar volar la imaginación a la hora de proyectar.

El resultado es una vivienda llena de pequeños y grandes detalles que hablan de la personalidad de cada uno de los convivientes de este hogar.

Para ello se ha pensado y diseñado todo el mobiliario de la vivienda con la ejecución de nuestro colaborador Carpintería Rueiro.

A destacar, el diseño y ejecución de los cabeceros de las habitaciones principales. Esta puesta en escena de elementos en bajo relieve realizados en madera y posteriormente lacados, hablan del gusto por la geometría orgánica contenida en el espacio.

A estas propuestas les acompañan el diseño del resto del mobiliario y también la elección de las luminarias.

En la habitación principal se destaca la colocación de la luminaria Siam, lámpara de 2 m de diámetro de la firma Bover y distribuida por nuestro colaborador Pérez Antolín Iluminación.

En el baño principal, los azulejos porcelánicos de la firma Porcelanosa, combinadas con la pieza maciza suspendida de madera a modo de encimera,  aporta carácter y un movimiento equilibrado a esta estancia.

Mencionar también que la propuesta de iluminación en las zonas comunes de la vivienda (comedor y pasillos) está marcada por la presencia de las piezas Ballet y Li del diseñador gallego Arturo Álvarez.

En conclusión, el objetivo que se ha querido conseguir en esta obra fue plasmar la esencia de esta familia que ha puesto tanto mimo, ilusión y sensibilidad en realizar este proyecto tan personal y tan a medida.